EL CONSEJO DE LA D.O

LA DENOMINACION DE ORIGEN PARA EL SALAME TANDILERO: Un reconocimiento Necesario, Justificado y Merecido.

Desde principios del Siglo Pasado, Tandil hizo famosos a sus Salames mas allá de las propias fronteras. Tradición desde siempre en las mesas locales, este saber hacer de sus creadores se fue transmitiendo de generación en generación, sustentado sobre valores inalterables al paso de tiempo. Calidad Distintiva, Organización familiar y Producción en armonía con un medio ambiente especial brindado por la región, convirtieron al Salame de Tandil en un símbolo gastronómico representativo del potencial productivo de Tandil y su gente.

Sin embargo esta calidad distintiva asociada a un territorio específico se encuentra permanentemente amenazada por todo tipo de falsificaciones, copias o emulaciones inexactas que intentan aprovecharse injustamente del prestigio del Salame de Tandil engañando a los consumidores. Es así como en diferentes zonas de nuestro país, y en algunos casos en el exterior también, es posible hallar producciones foráneas que aluden a nuestro sello de origen “tandilero” sin respetar el territorio, la calidad del producto ni la historia de nuestra gente.

Es por ello que los productores de Tandil decidieron unirse y movilizarse, en busca de la protección legal que asegure al mismo tiempo el resguardo y el reconocimiento de esta producción singular del pueblo tandilense. Esta herramienta, que en nuestro país ha adoptado la forma de Ley Nacional, reglamentada desde el año 2009, se llama Denominación de Origen, y ampara a todos aquellos productos alimenticios que se diferencian a partir de una calidad y reputación reconocidas y asociadas al medio ambiente y a la historia de la gente que conforma el territorio en que se produce. Es de este modo que se intenta rescatar y asegurar un original modo de producción realizado en un entorno único, reconocido y valorado por consumidores avezados y orgullosos de su tierras y producciones.

Con esta Fiesta, todos los Tandilenses podrán sumarse al pedido de reconocimiento y protección de un producto bien nuestro, disfrutar del producto originario que le dio la fama a los salames de Tandil, compartir su historia y proceso, charlar con quienes lo elaboran a diario, y, por supuesto, degustar esta perla de nuestra gastronomía que estará acompañada por las más de 40 variedades de fiambres y embutidos que se producen en Tandil. Al mismo tiempo durante el Festival se podrá acceder a eventos gastronómicos y sorteos que le proporcionará un valor agregado imposible de perderse por todo amante del buen comer y de las artes culinarias tandileras.

Rescatar y proteger nuestras tradiciones es cosa de todos los tandilenses porque
“Un pueblo sin tradición es un pueblo sin porvenir”

Alberto Lleras Camargo


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